Es bueno aclarar que existe una diferencia entre ahorrar e invertir, por lo que ahorrar se refiere simplemente a la acumulación del dinero, mientras que cuando hablamos de invertir, nos referimos a la planificación inteligente de tus ahorros de modo que podamos incrementar su valor en el tiempo teniendo claro un propósito.
Mantener tu dinero inmovilizado no hará que este se multiplique, todo lo contrario, perderá valor en el tiempo. Por tal razón, entre las acciones para potenciar nuestro bienestar financiero, debemos considerar buscar alternativas que nos ayuden a rentabilizar nuestros ahorros.
Existen distintas opciones de inversión. Para saber cuál es la que más se ajusta a tus necesidades, lo primero que debes
hacer es tener claro cuál es tu objetivo, qué quieres lograr con los fondos invertidos, cuál es el plazo al que estarías dispuesto a realizar tu inversión, cuál es la necesidad que tienes de los fondos, el riesgo que estarías dispuesto a asumir, entre otros factores.
Si manejas un presupuesto personal o familiar, luego de tener claro tus ingresos y gastos, determina qué porcentaje de los ingresos destinados para ahorros puedes planificar para invertir. Como punto de partida, podrías destinar un 30% de tus ahorros para fines de inversión e incluso incrementar este porcentaje a medida que conozcas mejor tus alternativas.